El pasado mes de enero celebramos la comida de empresa en el restaurante Moments, un lugar con clase y con una decoración exquisita. La verdad, me sorprendió, pues comimos muy bien y estuvimos en una especie de reservado. Además, gracias a ellos he aprendido un nuevo término: lounge bar.
Debo admitir que he buscado dicho término y según fuentes como Catalonia – Hoteles y Resorts:
Un lounge bar es un local elegante y sofisticado donde puede disfrutarse de una copa mientras se escucha buena música en un ambiente cómodo y relajado.
Así que digamos que este restaurante ubicado en plena línea de playa en Urbanova (Alicante) cumple con esos requisitos y de largo. En cuanto a la comida, os voy a enseñar qué fue lo que degustamos.
Debo admitir que yo no escogí sobre ningún plato, ya que íbamos con una compañera que ya había estado en el Moments y fue la que decidió. Ya que conocía el sitio y nos dejamos llevar por su criterio. Así que comenzamos con una ensalada de pimientos, tomate y burrata.
A todos les encantó este plato, pero a mí no mucho. No creo que estuviera mal, mi problema era con la burrata. Era la primera vez que la probaba y la verdad no me supo muy bien. No obstante, los pimientos y el tomate sí que me gustaron.
Luego pedimos tartar de salmón con guacamole y crispy de arroz. Este último es como el pan de gamba. Este sí que me gustó. Además, no sé si os acordáis, pero también hice en su día una receta parecida, como fue el tartar de atún e incluso suelo hacer combinaciones del mismo estilo con salmón y guacamole, como fue el caso de la tosta de salmón con agauacate.
Luego continuamos con una coca de setas silvetres y tartufo riquísima. Ya sabéis que en Levante la coca es muy popular. Las hay dulces, las hay saladas, es decir, una amplia variedad porque es típica del lugar. Aunque más bien, por lo que he leído por ahí, es típica de todo el Mediterráneo.
Después fue el turno de los postres. ¡No podían faltar! En este caso nos decantamos por un gofre y un habitual de mis postres preferidos, como es la torrija. Ambos venían acompañados por helado y la galleta Moments. Me hizo mucha gracia esta galleta, porque me parece un detalle, que contenga la letra «m» del nombre del restaurante.
Sinceramente, me parece un bar muy bueno para comer y para llevar a amigos, familia, etc. Llevo unos pocos meses viviendo en Alicante y creo, que es de esos sitios a los que llevaría a quienes vienen a visitarte a la ciudad. Así que no doy más vueltas y os muestro mi puntuación.
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Comida
Servicio
Presentación
Emplazamiento
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