Cuando «la gorda te da de comer»

   Nos encanta comer fuera porque así, por una vez, no tenemos que preocuparnos de planificar comida. De ahí que también decidiéramos, en su día, comentaros los bares y restaurantes que visitábamos para que os sirvieran de guía. Que mejor crítica que la misma experiencia. Hoy os hablamos de «La gorda te da de comer».

   Hará unos años abrieron en Cádiz un nuevo sitio para comer tapas. Era muy pequeño, de apena unas diez

mesas, cuyo nombre era «La gorda te da de comer». Durante fines y fines de semana acudíamos a ella, porque por aquellos años eramos adolescentes y encontrar un lugar para comer con tanta variedad y tan económico como para nuestro bolsillo era casi imposible.

   Además, nos trataban como personas y os preguntaréis y eso a qué viene. Pues muy sencillo, en muchos bares y restaurantes por ser más jóvenes suelen tratarnos no de forma muy adecuada. No sé si es que se piensan que nos iremos sin pagar o algo. Supongo que a muchos de vosotr@s esto no os ocurrirá porque sois adult@s, pero aunque es verdad que nos pasaba más en la adolescencia, hoy en día seguimos encontrando malas caras por parte de camareros cuando consumimos. Esto se nos hizo muy difícil, porque incluso cuando teníamos quince o dieciséis años nos encantaba tapear, más que ir a comer comida basura y muchas veces nos quitaban las ganas por la forma en la que nos trataban. Quizás penséis que estamos exagerando, pero para nada. Dejamos de ir a muchos sitios porque no nos daban pan y picos para comer, porque no nos miraban ni cuando pedíamos, los platos venían tarde como si tuviésemos que comer los últimos, etc.

   Son experiencias que hemos padecido y no las entendemos, porque nos gustan que nos traten de la misma forma que lo hacemos nosotr@s, con amabilidad, respeto, etc. Por eso dejamos de ir a muchos de estos sitios, por el trato, a veces tan importante como la comida. Si un buen bar te atiende estupendamente y tiene unos platos riquísimos, tiene el 90% ganado. Con el paso del tiempo pues nos hemos tomado la «revancha», por decirlo de alguna forma, y hoy por hoy, esos bares y restaurantes que nos trataron tan mal, no tienen su hueco en nuestro blog, ¡jajaja!

   Después de desahogarnos, continuemos con lo que os estábamos contando y es a hablaros de este bar que nos lleva tratando de la mejor forma desde aquellos años del pavo. Comenzó con ese pequeño local, pero su esfuerzo y su buen hacer tanto en la cocina como en los clientes, les ha hecho expandirse. Comenzaron con un minúsculo establecimiento en Cádiz y ya cuentan con tres más, uno de ellos en Sevilla.

   Su carta es muy variada y nosotr@s os aconsejamos sus panes de ajo como entrantes, su ensaladilla o su paté de cabracho. Lo cierto es que otras veces nos ha gustado más, porque estaba más denso y en esta ocasión fue más ligero. Es lo que tiene hacerlo casero, que las texturas cambian y no siempre lo vais a encontrar igual.

   Como platos principales os recomendamos alguna carne con las distintas salsas que ofrecen, cualquiera de todas ellas está buenísima: crema, roquefort, pimienta, etc. Como toda buena tapa va acompañada de sus patatas caseras de guarnición.

   Entre los fritos, que sabemos que os encantan porque así no tenéis que freír en casa y manchar todo, aparte del pescaito frito típico de Cádiz, están los flamenquines, las croquetas caseras, el  huevo con patatas, entre otros. 

   En cambio, si sois más de comida sana, más tirando para las verduras, os recomendamos las berenjenas gratinadas con queso, una delicia de plato. Además, si tenéis la oportunidad probad la brocheta de langostinos con salsa de ostras, hacedlo, pues está increíblemente buena.

   En definitiva, variedad, buena comida y buen precio, ya que las tapas rondan entre los 2 y 3€. A todo ello le unimos el buen servicio y tenemos un lugar estupendo al que acudir a tapear tanto en Cádiz como en Sevilla.

CALIFICACIÓN = 7

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