Existe una tapa que se suele pedir mucho en Andalucía, sobre todo si es para compartir. Es un plato que está presente siempre en los bares y es raro, cuando se produce un encuentro entre amigos, que alguno no diga: «una de lagrimitas, ¿no?». Por esa razón, este plato merecía estar entre mis recetas. Así que os presento a las Lagrimitas de pollo.
Hará una semana, quedé con unos amigos y estuvimos dialogando sobre esta receta. Toda una conversación filosófica sobre la preparación y origen de este plato. Fue una de esas veces en las que un tema tan cotidiano o trivial, consigue captar la atención de todo un grupo y hacer un complejo análisis del mismo, como si fuese algo muy transcendental. Puede que suene una tontería, pero disfruté de aquellas reflexiones y me las tomé muy en serio. Quizás, por eso, hoy os traigo la receta, ¡jajaja!
INGREDIENTES:
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2 pechugas de pollo.
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3 dientes de ajos.
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1 limón.
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Perejil.
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Harina.
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Huevo.
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Pan rallado.
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Sal.
1º. El secreto de esta receta es la maceración. Cortamos en tiras o en pequeños trozos el pollo y lo posamos sobre un tupper. Luego picamos el ajo y el perejil y lo vertemos sobre la carne junto con la sal. Finalmente, echamos el zumo de limón, hasta que lo cubra todo por completo. Cerramos el tupper y nos desestresamos. ¿Cómo? Pues removiéndolo para que todo se mezcle bien. Arriba, abajo, a la derecha, a la izquierda, bocabajo, etc. Después lo dejamos en la nevera tapado durante 24 horas.
2º. Pasado el tiempo de maceración, toca rebozar con harina, huevo y pan rallado. Freímos en abundante aceite a fuego lento, hasta que queden doradas y ¡listo! Hay mucha gente que le hace doble rebozado, yo creo que no es necesario, pero si os gusta, adelante.
Se trata de una receta sencilla, cuya única complicación es el tiempo de espera, para que el pollo adopte todo el sabor cítrico del limón y las especias. A mí me encanta. Además, es una forma diferente de comer esta carne, incluso el corte que le propiciamos, así como alargadito, le dota de un punto más ligero.
20 Comentarios
Es lo pongo yo en mi mesa y creo que en un abrir y cerrar de ojos desaparecen jiji Qué ricas!!
besos
¡¡¡GRACIAS PEPI!!! Deliciosas están.
MMMM UN BOCADO DELICIOSO¡¡¡, BESOS
Más bien bocaditos, ¡jajaja!
Una tapa deliciosa. En casa acompañada de patatas fritas para los niños y los no tan niños, de muerte!
Un besito 🙂
Ya con patatas es morir.
Que buenas están las lagrimitas. Tengo que probarlas a hacerlas en casa. Un besote!
Te las recomiendo si o si.
Me encantan para un piscolabis!! riquisimas! Bs.
Para una tapita es genial.
Si hay lagrimitas, que sean de felicidad o de pollo! Ve preparando más que me quedo a cenar esta noche 😉 1 besoteeee!!
¡¡¡OLEEEEEEE, NUEVA INVITADA!!!
¡¡Hola Mari!! ¡¡Pero qué buenas!! Tienes razón, la maceración es super importante para que coja todo el sabor, pero la fritura tan perfecta que le has hecho, mejora estas lagrimitas de pollo considerablemente. Besitos y feliz domingo.
Gracias, y por supuesto, el rebozado que es con pan rallado casero.
Ohhhh me encantan , para mi son un manjar, y te ha quedado buenísimas
Besinos
El toque de Belén
¡¡¡GRACIAS BELÉN!!!
Muy rica receta me encanta, mil besos guapa.MUCHOS BESOS DE LAS RECETAS TRADICIONALES DE COCINA.
¡¡Gracias Francesca!!
Guau! Super bien explicado y con ese secreto de seguro que quedan unas lagrimitas deliciosas!
bs!
Gracias Diana, siempre intento que las explicaciones sean bien claras y nada complicadas.